Una ventana abierta a la Psicología del cambio interior desde la mirada de la terapia Gestalt

EMPATIATodos hemos oído hablar de empatía alguna vez, pero no solemos tener claro el concepto y tendemos a confundirlo con otras cosas. El significado más conocido es: “capacidad de ponerse en el lugar del otro”, de calzar los zapatos del otro, de ponerse en su pellejo, de mirar a través de sus ojos. Sin embargo, no terminamos de comprender en toda su plenitud lo que supone ser una persona empática.

Comunicarnos de forma empática significa escuchar a la otra persona hasta el final y después hacerle saber lo que crees que ha dicho. Si le hemos entendido, la otra persona tendrá la grata sensación de haber sido comprendido. Si no acabamos de entender lo que quiso decirnos, nuestra información le dará otra oportunidad para explicarse.

La empatía solo se hace posible si en ese momento la persona que está escuchando deja a un lado sus preocupaciones, puntos de vista y los propios valores para entrar en el mundo del otro sin ideas preconcebidas, quedandose en blanco y siendo capaz de vaciarse para llenarse del otro. Ser empático es tremendamente difícil porque implica renunciar a las ideas propias, al modo de pensar, de ver las cosas y de enfocar la vida, al deseo de  imponerse, a los prejuicios e inseguridades, etc, con objeto de comprender auténticamente al otro en todas sus dimensiones.

Gracias a la empatía el otro se siente libre porque no se percibe criticado, evaluado, ni juzgado. La otra persona aprecia que se le permite sentir lo que siente y esto hace que vaya expresando sus sentimientos cada vez con más libertad y sin miedos, lo que le va a generar cada vez una mayor sinceridad e implicación para ir descubriendo su mundo íntimo.

La simpatía es “sentir con”. Es sentir  lo mismo que el otro. Cuando siento simpatía hacia alguien me meto en su problema y lo hago mío, lo que resulta negativo ya que si el otro está triste o alegre, yo también tengo que estar triste o alegre. Confundimos simpatía con empatía porque decimos que somos “empáticos” cuando en realidad somos “simpáticos” con los demás, ya que hacemos nuestros los problemas de los demás sin establecer correctamente los límites entre ellos y nosotros.

En cambio, la antipatía significa “sentir contra” el otro. Puede ser que no nos guste una persona porque piense y actúe de forma contraria a la nuestra o porque nos ponga de los nervios. Por eso a veces podemos sentir un rechazo hacia otras personas sin saber conscientemente por qué. Si nos dejamos llevar por la antipatía nunca podremos meternos en el mundo de la otra persona, lo que nos va a incapacitar para comprenderla y ayudarla.  

Frente a las anteriores, la empatía supone “sentir en, sentir desde dentro”. Es como ser la otra persona pero sin perder nunca de vista el “como si…”, ya que en realidad no somos la otra persona. La empatía trata de ponernos en “el lugar del otro”, meternos dentro de su piel para intentar comprenderlo, pero siendo conscientes que el problema o los sentimientos no son nuestros sino del otro.

 Algunas formas de mostrarse empáticos pueden ser:

  • Prestar atención a lo que la otra persona dice.
  • Aceptar los sentimientos de la otra persona, los positivos y también los negativos.
  • Escuchar sin ofrecer consejo, sólo escuchar de manera activa.
  • Escuchar sin demostrar acuerdo o desacuerdo de forma inmediata.
  • Darse cuenta de lo que dice la otra persona y de cómo se siente.
  • Escuchar sin forzar demasiado los sentimientos.
  • Respetar la necesidad que el otro tiene de hablar de sus problemas.

Ser empático es muy parecido a ser  sensible. Sensibilidad significa responder afectiva y compasivamente a los sentimientos de los otros. No significa estar convencido de que ya sabes lo que van a decir, sino más bien interesarte y abrirte lo suficiente para descubrirlo. Es utilizar el conocimiento que tienes de otra gente para comprender su perspectiva y respetar su forma de ser.

La empatía se convierte en una de las cualidades indispensables para una comunicación positiva y su desarrollo está en relación directa con la capacidad de amar que tengamos. Cuantos mayores sean el amor y el respeto, mayores posibilidades existen de practicar la empatía y lograr una comunicación afectiva plena y gratificante.

En un momento social como el que vivimos, en el que las nuevas tecnologías de la comunicación pueden nublar la posibilidad del encuentro entre las personas y lo individual está por encima de lo grupal, practicar la empatía mejora la calidad de nuestras relaciones personales y puede hacernos sentir más plenos y satisfechos con nosotros mismo y en consecuencia con los demás.

Comentarios en: "¿QUÉ ES LA EMPATÍA EN REALIDAD?" (1)

  1. LUZDEMAR dijo:

    Hoy día todo el mundo tiene prisa y no puede pararse a escuchar ni un momento a alguien que tenga un problema. La mayoría de las veces ante nuestras opiniones o forma de ser, nos etiquetan de una manera negativa el «hay que ver como eres» es lo que funciona normalmente. Procuro ponerme en la piel de las personas que tengo enfrente, cuando me cuentan algún problema, pero también me gusta, que ante peticiones mías empaticen también conmigo. Excelente entrada. Un beso.

Deja un comentario